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| Area recreativa de Chayan, en Trazo, a 5km de Santiago |
Una de las edificaciones que más me fascinan, junto con los faros, son los puentes.
No importa el material con el qué estén construídos, ni su fecha, ni su ubicación. Me encantan y producen en mi una especial atracción.
No podría decir con exactitud cuándo empecé a sentir algo especial por ellos. Lo que sí sé es, que me cuesta mucho no ver uno y no quedarme pasmada y, mucho menos, no cruzarlo. Sí, sí. Siento un estremecimiento que me transmite algo que todavía no sé identificar.
Más que ese elemento construído para facilitar el paso entre dos orillas, siento los puentes como ese camino a recorrer para llegar a sus brazos, a los brazos del destino, a la ribera contraria, al margen opuesto. Es identificación, sensación. A veces, hasta diría que misticismo. Para algunos será "tolería". Para mi, es pasión.
Durante años he ido fotografiando todos los que he podido. Hoy te enseño este que he realizado en una de las últimas series. Viendo la profundidad de la instantánea, hasta siento una llamada a cruzarlo.
Mis puentes, mis riberas, mis márgenes. Cruzarlos, atravesarlos, recorrerlos,...
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