lunes, 18 de febrero de 2013

UNA VOZ, UN SOL


 
 
Andaba yo estos días muy pensativa, echando de menos Su presencia.


¡Qué difícil es acostumbrarse a "no tenerlo", a "no verlo", "no oírlo", "no tocarlo", no besarlo ...!


¡Qué largo y duro se hace el camino con Su silencio!. 
Sobretodo, cuando quisieras decirle tantas cosas. 
Sobretodo, cuando necesitas contarle tantas otras. 
Sobretodo, cuando tu corazón anhela que te diga, que te cuente, que te transmita lo que El sólo sabe.

Tantos errores cometidos.
Tantos momentos no repetidos.
Tantos minutos de deseo, de ternura, de sinceridad, complicidad,
que sólo El puede enmendar, devolver y dar.

Por eso, quiero Oírte de nuevo.
Por eso, necesito Oírte hoy también.
Por eso, anhelo escuchar de ti que sigues ahí, aquí, conmigo.

Y así, mi risa se dibujará de nuevo con tu presencia.
Y así, mis verdes ojos, que mirabas encandilado, iluminarán como nunca antes lo hicieron.
Y así, mi voz saldrá limpia, clara y nítida para decirte:

Bienvenido de nuevo, Amor

(Berta Castro)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué bonito!